Cuando se habla de Superdotación Intelectual todos tenemos una idea aproximada acerca de lo que es, sin embargo, resulta necesario aclarar algunas ideas y conceptos relativos a este tema.

Estas son algunas de las preguntas que frecuentemente nos han realizado padres, docentes y adultos.

¿Qué es la superdotación intelectual?

La superdotación suele considerarse como una condición que poseen ciertas personas con un elevado nivel intelectual (Cociente Intelectual de 130 o más, medido con un test de inteligencia confiable y aplicado por un profesional competente). Esto es sólo parte de la consideración para determinar la superdotación en una persona. Además de la alta capacidad intelectual se deben considerar dos aspectos fundamentales: la Motivación y la Creatividad.

¿Esta condición se hereda o se construye?

Las características del niño superdotado se comienzan a percibir desde muy temprana edad, lo que hace pensar en lo hereditario y/o congénito. Se ha visto que los chicos considerados superdotados o con altas capacidades intelectuales suelen provenir de familias donde ya hay personas con estas características. Sin embargo, lo que la persona trae al nacer no es suficiente, pues si no cuenta con la adecuada estimulación y aprendizajes acordes a sus altas capacidades, éstas no se desarrollarán o lo harán con dificultades. Esta es una de las razones fundamentales para realizar un diagnóstico oportuno, a fin de llevar a cabo las indicaciones necesarias.

¿Desde qué edad se puede hacer el diagnóstico?

Decíamos que desde los primeros meses de vida se comienzan a percibir elementos característicos (por ejemplo, una temprana capacidad para concentrarse en detalles del ambiente; un desarrollo marcadamente precoz del lenguaje) Para realizar un diagnóstico inicial, con cierto nivel de certeza, se puede comenzar en la etapa preescolar. Sin embargo, será recién cuando el niño alcance una mayor madurez de su sistema nervioso, alrededor de los 13 años, que tendremos mayores certezas en su identificación.

¿Es positivo estimular sus intereses o es preferible no hacerlo?

Indudablemente es mejor estimularlo en sus intereses que no acompañarlo en ellos. Ignorar sus curiosidades, sus deseos por aprender más, lo pueden conducir a la frustración primero, y a la dificultad por aprender después. Sin embargo, se debe tener sumo cuidado para no sobreestimularlo. Todo en su debida medida.

¿Por ser muy inteligentes pueden ser más independientes en su educación?

Este es un mito que se debe desterrar. Altas capacidades intelectuales no se acompañan necesariamente de un desarrollo emocional acelerado, por lo que continúan siendo como cualquier chico que necesitan del apoyo y orientación de los adultos. Su educación requiere de cuidados especiales que acepten y potencien sus altas capacidades. Si no se hace esto se corre el peligro de que se frustre en sus intereses, pierda la motivación por seguir aprendiendo, y baje su autoestima.

¿Son niños o adolescentes más problemáticos que los demás?

El nivel de problemática que manifiesten dependerá de las características de su personalidad, independientemente de sus capacidades cognitivas. Además, será de gran relevancia el apoyo y orientación recibidos en su familia e institución educativa.

¿Cómo se les explica a los hermanos y compañeros que él/ella es más “inteligente”?

Esta no es una tarea fácil para padres y docentes. De todos modos, es una tarea ineludible. Se les debe trasmitir que el compañero/a o hermano/a tiene características diferentes, que a veces manifiesta curiosidades por temas que los demás no les importa mucho, que a veces puede razonar como un niño mayor. Y a pesar de estas diferencias, en otros aspectos, es un niño más, con las necesidades de afecto y compañerismo como cualquier otro.

¿Cómo responder a las preguntas que superan los intereses y conocimientos habituales de su edad?

Responderemos con los conocimientos con los que contamos. No es bueno dejar su curiosidad insatisfecha. Si no sabemos acerca de un tema que nos pregunta, no debemos sentirnos amenazados por ello. La idea es obtener la información para brindársela de la manera que la entienda.

¿Qué puede suceder si no se hace algo y se le da la misma educación que a los demás?

A veces el mismo niño busca sus propias estrategias de autogestión, y compensa las carencias de una estimulación adecuada. Otras veces esto no alcanza o el niño no cuenta con esta posibilidad. En estos casos pueden aparecer dificultades para seguir aprendiendo, trastornos en el comportamiento, dispersión atencional, falta de compromiso con las tareas, entre otras.

¿Qué podemos hacer los adultos para proteger su normal desarrollo?

En primer lugar reconocer su condición particular. Lo más recomendable es contar con un diagnóstico interdisciplinario y asesoramiento profesional. De esta manera se contará con las herramientas adecuadas para orientar mejor su desarrollo.

¿La superdotación intelectual es más frecuente en varones que en niñas o mujeres?

Es totalmente falso. Lo que sucede, en realidad, es que los varones llaman más la atención por su comportamiento rebelde, transgresor, cuestionador. Y las chicas suelen ajustarse más al comportamiento que se espera de ellas por parte del entorno. Por lo tanto, las chicas suelen pasar más desapercibidas. Y, además, hay un sesgo ideológico que ubica a las mujeres en un lugar de menor prestigio intelectual que a los varones. Esto ha ido cambiando para mejor. Sin embargo, hay que trabajar mucho más.

Dirigí técnicamente la primera y única investigación sobre prevalencia de superdotación nacional que transcurrió en los años 2017-2020. Uno de los resultados más relevantes fue que el porcentaje niña-varón fue de 50% por sexo. Aquí encontramos la auténtica identidad de género. Y este hallazgo fue posible porque trabajamos directamente con los escolares, sin preguntarla nada a ningún adulto referente, hasta que los niños más capaces estuvieran identificados.

Lo que hallamos en la infancia se extiende a la adolescencia y etapa adulta.

¿La superdotación intelectual persiste a lo largo de la vida?

La respuesta corta es que sí. Muchos comienzan a sospechar de su condición de superdotados en la etapa adulta, y recién entonces acuden a un especialista para confirmar su condición. Esta conclusión les permite comprender muchas cosas que le han sucedido en su vida y cosas que le suceden en la actualidad (sentirse fuera de lugar, como que no encajan en las situaciones; intereses distintos a los de la mayoría de su entorno; pensar que las tareas deben realizarse correctamente de forma «natural», sin mayor esfuerzo (y si eso no sucede, pensar que entonces no sirven para ello)